La IA ha cambiado para siempre el panorama de la traducción.
Textos que antes requerían días o semanas ahora pueden generarse en segundos, a menudo de forma gratuita.
Entonces, si traducir se ha vuelto tan fácil, ¿por qué tantas empresas siguen teniendo dificultades con su contenido multilingüe?
Porque la traducción nunca fue el verdadero desafío.
La verdadera complejidad comienza después de traducir.
Hoy, las empresas generan contenido en múltiples canales, plataformas y regiones: sitios web de marketing, páginas de producto, documentación técnica, portales de soporte e incluso interfaces de usuario.
Y ese contenido rara vez se presenta en un único formato.
Los equipos trabajan con Word y PowerPoint, exportan datos de producto en XML o CSV, diseñan maquetas en Adobe InDesign y publican en múltiples formatos web.
Cada formato exige flujos de trabajo, herramientas y controles de calidad diferentes, y si no se unifican, incluso una pequeña actualización puede convertirse en horas de trabajo manual o en inconsistencias de versión.
Al mismo tiempo, no todo el contenido requiere el mismo nivel de calidad.
Algunos materiales pueden ser “suficientemente buenos”, mientras que otros deben ser precisos, coherentes y totalmente alineados con las expectativas de la marca o con requisitos normativos.
Cuando todo esto ocurre en varios idiomas y departamentos, lo que se gana en velocidad se pierde en control, coherencia y gestión de archivos.
La era “post-localización”
Estamos entrando en una era post-localización, en la que el éxito ya no depende de quién traduce más rápido o más barato,
sino de quién gestiona de forma más inteligente su contenido multilingüe.
Las empresas con visión de futuro están centrando sus esfuerzos en:
- Reutilizar contenido aprobado en distintos idiomas y formatos.
- Mantener la terminología coherente entre departamentos y proveedores.
- Integrar la traducción directamente en sus flujos de contenido (CMS, CCMS, PIM, DAM).
- Aplicar controles de calidad, versionado de archivos y actualizaciones automatizadas.
- Mantener una trazabilidad clara de cada cambio, revisor y entrega.
Este cambio convierte la traducción en un proceso de gobernanza, no en un servicio puntual.
La IA forma parte de la solución, pero solo si está bajo control
Los motores de traducción con IA son potentes, pero sin un sistema de gobernanza generan fragmentación.
Diferentes equipos pueden usar modelos, glosarios o indicaciones distintos, lo que provoca variaciones de estilo, tono inconsistente y duplicación de trabajo.
Por eso la pregunta ya no es “¿qué motor de IA es mejor?”, sino “¿cómo logramos que la traducción con IA funcione de manera fiable, a escala, en toda la organización?”
Cómo ayuda iDISCxpress
Precisamente ese es el problema que iDISCxpress fue diseñado para resolver.
No es solo una herramienta de traducción, sino una plataforma de gestión de contenido multilingüe pensada para empresas que necesitan:
- Controlar cómo se combinan la traducción automática y la humana.
- Mantener la coherencia en cada término, estilo y voz.
- Reutilizar contenido existente de forma segura mediante memorias de traducción.
- Integrarse directamente con los sistemas de contenido (CMS, CCMS, PIM, DAM, Git, Figma).
- Gestionar archivos y versiones automáticamente, con trazabilidad y flujos de trabajo conformes a normas ISO.
- Tratar documentos de diversos tipos (Word, PowerPoint, XML, InDesign y formatos web) en un único entorno centralizado.
- Garantizar que cada entrega sea adecuada para su propósito, canal o audiencia.
La IA ha hecho que traducir sea fácil.
iDISCxpress lo hace gestionable, medible y fiable.
De la traducción al control
La era de la traducción “suficientemente buena” ya ha llegado.
La siguiente frontera es el control y la adecuación al propósito: saber qué se ha traducido, cómo, por quién y bajo qué estándares.
Ahí es donde se construyen la verdadera eficiencia y la confianza en la marca.
Descubre cómo iDISCxpress ayuda a las empresas a recuperar el control de su contenido multilingüe.